Quienes somos
Helena Galiana
Helena Galiana
Hola, soy Helena Galiana, emprendedora, coach para el bienestar y mamá.
Ayudo a mujeres comprometidas con el autocuidado en el proceso de mejorar y mantener su bienestar emocional y físico, así como el de sus familias. Mi enfoque se centra en preservar y potenciar la salud familiar a través de la formación en herramientas fundamentales para el autocuidado, que incluyen la educación emocional, el mindfulness y la aromaterapia.»
¿Cómo he llegado hasta aquí?
Se podría decir que he cambiado de vida 4 veces…
Hasta los 20… estudiante modélica
Sí, estudiante modelo de verdad…el pack completo que se llevaba en los 90: licenciatura en administración de empresas y turismo, postgrado en traducción, y los veranos para viajar y aprender idiomas…
De los 20 a los 30… ¡bienvenida al mundo laboral!
Primer renacimiento: primer trabajo remunerado, independencia financiera que me permitió independizarme de mis padres. Fue una época feliz… al principio.
Mi primer empleo fue en una multinacional de auditoría de cuentas. Aunque ahí tuve la oportunidad de conocer infinitud de negocios de todos los tamaños y mentalidades, a los pocos años de trabajar de lunes a viernes más de 8 hrs al día, , empecé a darme cuenta de que me levantaba los lunes deseando que llegara el viernes y sobre todo, me sorprendí echando de menos tener una mejor calidad de vida que la que me ofrecía vivir en una gran ciudad como Madrid, en un micro apartamento, viajando de lunes a viernes y demasiado cansada el fin de semana como para hacer otras cosas que me hicieran sentir satisfecha.
De los 30 a los 40… ¡el espíritu emprendedor se abre camino!
Al cabo de apenas 4 años, el deseo de tener espacio para tomar decisiones, para explorar y explotar mi creatividad, y sobre todo para dedicarme al sector que me apasionaba, me llevó a embarcarme en la gran aventura de mi vida, junto con mi pareja, para encontrar nuestro destino.
A por nuestro sueño… ¿en Caleruega?
Así, con el apoyo de nuestras familias y un enorme crédito, decidimos dejar nuestra casa, nuestros trabajos bien remunerados, nuestros amigos y familia para iniciar nuestro sueño de construir nuestro propio negocio en plena naturaleza, en un pequeño y precioso rincón de la geografía burgalesa, Caleruega un hotel restaurante – centro de formación para empresas en el campo (El Prado de las Merinas).
Durante más de diez años, me dediqué en cuerpo y alma al negocio del turismo y la hostelería.
Desde los 40… la mayor aventura de mi vida: ¡la maternidad!
Sin embargo, algo cambió hace unos 10 años….
Mi viaje por el mundo del autocuidado se inició hace 10 años cuando las enormes dificultades que surgieron al decidir quedarme embarazada pusieron de manifiesto que mi salud no era tan buena como pensaba y aunque hubo problemas que sólo la medicina moderna podía solucionar, una de las cosas que me ayudó a lidiar con el torrente de emociones del proceso, como la frustración constante, fue encontrar algo que estuviera en mi mano para tratar de mejorar la situación.
Estudiar cómo lo que sentimos y pensamos afecta de manera directa a nuestra salud, me ayudó a aceptar y a prepararme para la maternidad y por fin…. la crianza
Descubrí que al igual que la alimentación es realmente un pilar básico en nuestra salud física, nuestros pensamientos y emociones son la “gasolina” para nuestra salud mental y emocional y que es nuestra absoluta responsabilidad ser conscientes y tener el conocimiento de lo que ponemos en nuestros platos y de lo que metemos en nuestra mente.
La maternidad te hace ser consciente de tus carencias a través de las necesidades de tu hijo.
Tener un bebé te obliga a investigar, a descubrir, a preguntar el porqué de muchas cosas y sobre todo a no creer ni dar por sentado nada de lo que nos cuentan.
Finalmente, la situación de emergencia sanitaria que sufrimos en 2020 y todos los despropósitos que vivimos en esa época fueron el detonante para decidir tomar las riendas de mi salud y de mi familia.
Así conocí terapias complementarias y herramientas de bienestar y autocuidado como la aromaterapia, la meditación y el mindfulness y más recientemente la educación emocional.
No sólo las he estudiado y las sigo estudiando, sino que forman parte de mi vida diaria y de mi rutina. Y he obtenido en estos años de práctica resultados tan asombrosos y positivos para mi salud y la de mi familia, que el siguiente paso inevitable era compartir toda esta experiencia y conocimientos con otras personas.
De ahí surge la Escuela de Bienestar Esencial, que pretende ser un espacio se conocimiento y sobre todo experiencia y práctica de estas y otras herramientas de autocuidado y bienestar, con el objetivo de esparcir estas semillas de conocimiento para hacer un mundo más consciente y tal vez un poquito mejor.